12 de septiembre de 2012

Vida Onco-Saludable: Suplementos y Vitaminas

Muchos pacientes quieren saber si las vitaminas, minerales y suplementos dietéticos les ayudarán a mantenerse más fuertes y a luchar contra la enfermedad. Se sabe que los enfermos que comen bien durante el tratamiento están más preparados para tolerar mejor la enfermedad y los efectos secundarios, pero no hay ninguna evidencia de que los suplementos dietéticos o los remedios «naturales» puedan ayudar a vencer el cáncer. 

Incluso pueden ser contraproducentes, como sería el caso del paciente que tome suplementos o complejos vitamínicos con mucho ácido fólico mientras recibe tratamiento de quimioterapia con metotrexato (un medicamento que actúa interfiriendo el metabolismo del ácido fólico en las células cancerosas). 



Asimismo, existen complejos vitamínicos y suplementos nutricionales con un alto contenido de antioxidantes (como las vitaminas C y E y otros antioxidantes vegetales o minerales) y mientras la publicidad informa del importante papel de los antioxidantes para reducir los radicales libres, teóricamente implicados en la aparición de los tumores, la radioterapia y muchos de los medicamentos que se usan en quimioterapia destruyen las células enfermas precisamente produciendo radicales libres, por lo que tomar antioxidantes durante el tratamiento podría reducir su eficacia. 


Actualmente, existe un auge publicitario respecto a alimentos y suplementos con alto contenido en soja. En los últimos años se ha postulado que la soja puede prevenir el desarrollo de cánceres dependientes de hormonas, básicamente el cáncer de próstata y el cáncer de mama; ello sería debido a su alto contenido de unas sustancias conocidas como «isoflavonas », que actuarían de una manera similar a los estrógenos naturales. 

Mientras que para los pacientes con cáncer de próstata la soja podría tener un efecto beneficioso y, por tanto, su consumo sería recomendable, esta afirmación podría no ser cierta para las pacientes con cáncer de mama con presencia de receptores de estrógenos o que estén tomando tratamiento hormonal, ya que las sustancias presentes en la soja, tomadas en las altas dosis que se encuentran en los suplementos, podrían actuar como estímulo del crecimiento de la enfermedad debido a su actividad hormonal. Este problema no existe con las dosis habituales de soja presentes en una alimentación normal, por lo que no parece necesario evitar su consumo moderado. 





Como norma general, los suplementos dietéticos no deben reemplazar nunca una comida completa y, si se quieren tomar, es preciso hacerlo en dosis moderadas, especialmente los que no han sido bien estudiados. 



Dr.Francisco Navarro Viana
Médico Cirujano Plástico
Miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica-SEOM

9 de septiembre de 2012

Vida Onco-Saludable: Náuseas y Vómitos (2)

Muchos pacientes tienen náuseas y vómitos con la quimioterapia, para mejorar estos síntomas...


Nuestros consejos 

  • Preguntar a su médico sobre los medicamentos que pueden ayudar a evitar las molestias.  

  • Beber líquidos por lo menos una hora antes o después de las comidas en lugar que durante las comidas ya que los líquidos darán sensación de tener el estómago lleno, beber frecuentemente y en pequeñas cantidades. 

  • Comer y beber lentamente, en lugar de 2 o 3 comidas importantes debe comer pequeñas cantidades a lo largo del día, Debe comer antes de tener hambre ya que el hambre puede hacer más intensas las náuseas.  



  • Comer comida fría o a temperatura ambiente, la comida caliente aumenta las náuseas.  

  • Beber zumos de frutas suaves o refrescos que hayan perdido el gas y no tengan cafeína.  



  • Llevar ropa floja, no ajustada.
      
  • Respirar profunda y lentamente cuando se tengan náuseas.  

  • Intentar distraerse hablando con la familia o amigos, oyendo música o viendo una película.  

  • Usar técnicas de relajación 



  • Intentar evitar olores que sean molestos, como olores de cocina, tabaco o perfumes.  

  • Evitar comidas muy dulces o grasas, evitar fritos o comidas de olor fuerte. 

  • Descansar, pero no sin estirarse, por lo menos dos horas después de una comida.  
  • Evitar comer durante un par de horas antes del tratamiento si normalmente se tienen náuseas mientras la administración de la quimioterapia o radioterapia.  

  • Si aparecen los vómitos no se debe comer ni beber nada hasta que hayan desaparecido, después se puede empezar bebiendo líquidos en pequeñas cantidades y frecuentemente, para pasar después a una dieta suave. Tomar comidas y bebidas ricas en potasio.  

  • Se debe contactar con el médico o enfermera si las náuseas y vómitos no permiten comer en varios días o si se tiene diarrea al mismo tiempo. 


    Siguiendo estos consejos conseguiréis mejorar las náuseas y evitar, por tanto, los vómitos en muchos casos.



    Dr.Francisco Navarro Viana
    Médico Cirujano Plástico
    Miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica-SEOM

6 de septiembre de 2012

Vida Onco-Saludable: Náuseas y Vómitos


Las náuseas y los vómitos son dos de los más comunes y temidos efectos secundarios de los tratamientos anticancerosos.

Prevenir y controlarlos es muy importante, ya que de no hacerlo, pueden producirse diversos trastornos como cambios químicos en el cuerpo, pérdida de apetito, problemas físicos y mentales, desgarros en el esófago y la reapertura de heridas quirúrgicas. A pesar de  que los tratamientos han mejorado continúan siendo efectos secundarios preocupantes, y las náuseas y vómitos incontrolados pueden interferir con la capacidad del paciente de recibir su tratamiento así como de cuidarse a sí mismo.

Ambos son manejados por el sistema nervioso central, y se ha progresado mucho en la comprensión de los mecanismos fisiológicos que los controlan. Para simplificarlo se puede decir que los estímulos, como pueden ser los olores, sabores, movimientos (mareos), irritación del estómago o intestino, ansiedad o los mismos medicamentos que forman parte de la quimioterapia, provocan la aparición de sustancias químicas (los neurotransmisores) que afectan a un “centro del vómito” que se encuentra en la base del cerebro y entonces se producen de manera refleja.



La náusea es una desagradable sensación que se presenta en la parte posterior de la garganta o en el estómago y que se manifiesta a intervalos, y que puede o no resultar en vómito. Éste es la expulsión violenta del contenido del estomago, a través de la boca; y las arcadas son movimientos del estómago y el esófago para vomitar sin que haya expulsión, y se conocen también como "vómito seco".

Las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia pueden ser agudos (en las primeras 24 horas), diferidos (vómitos que se producen pasadas 24 horas) y/o anticipatorios. Los vómitos anticipatorios son una respuesta aprendida, lo que significa que se produce en respuesta a un estímulo, la quimioterapia. Con este tipo de náuseas y vómitos, los síntomas suelen producirse después de la exposición inicial a la quimioterapia y antes de tratamientos posteriores.


Estos trastornos, cuando son causados por el tratamiento pueden mejorar o desaparecer con un cambio en la dieta y con potentes medicamentos llamados antieméticos. Durante los últimos años se han desarrollado muchos y mejores medicamentos que bloquean la señal del cerebro que los produce. Como consecuencia del uso generalizado de antieméticos, las náuseas y los vómitos no son tan intensos y no se producen con tanta frecuencia como antes. No siempre los mismos medicamentos funcionan igual en todos los pacientes, puede ser necesario probar más de uno antes de descubrir el que mejor puede aliviar sus molestias. 

No se desanime, continúe trabajando con su médico 
hasta encontrar el que mejor le vaya.


Estos fármacos se pueden usar solos o combinados. Algunos medicamentos duran muy poco tiempo en el cuerpo, y necesitan ser administrados con más frecuencia, mientras que otros no, y para que el control de las náuseas y vómitos sea efectivo, la cantidad de medicamento en la sangre debe mantenerse constante, por lo que es muy importante tomar correctamente la medicación recetada. Se debe informar al médico o enfermera si no se está seguro de cómo tomarlos. También se debe contactar con el equipo médico si se experimenta cualquiera de las siguientes situaciones:

Vómitos que impiden tomar la medicación 
Los antieméticos ayudan a reducir sus náuseas y vómitos, pero no tanto como fuese deseable. Es posible que haya que cambiar la dosis o el doctor puede cambiar a un antiemético diferente.

Los derivados del cannabis (cannabinoides) también actúan supuestamente en las estructuras superiores del SNC para evitar las náuseas y los vómitos; hay varios derivados sintéticos de las substancias psicoactivas presentes en la marihuana cruda, pero ninguno de ellos está comercializado en nuestro país. A causa de las limitaciones sociales y culturales y probablemente de su escasa utilidad en la mayoría de los casos, los cannabinoides no se encuentran entre los agentes que primero se seleccionan para uso clínico, pero pueden ser útiles y aceptados en ciertos pacientes.

La mejor manera de evitar las náuseas y vómitos anticipatorios es tomar antieméticos efectivos para prevenir los síntomas, las técnicas de relajación pueden ayudar mucho a mejorar esta situación. 

El éxito del tratamiento es mayor cuando estos síntomas 
se identifican y tratan a tiempo.



Dr.Francisco Navarro Viana
Médico Cirujano Plástico
Miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica-SEOM

3 de septiembre de 2012

Vida Onco-Saludable: Alimentación y nutrición


Comenzamos hoy una serie de posts, encaminados a divulgar hábitos que ayudan a mejorar tu salud, y a aportarte bienestar en este momento de tu vida. Empezaremos por enseñarte a reaprender a alimentarte en esta situación.

- 1ºAlimentación y nutrición 

Comer bien contribuye mucho a la calidad de vida y es algo más que una simple necesidad física: es, además, un placer que forma parte, una parte agradable, de la vida familiar y social.

Sin embargo, muchas personas que reciben tratamiento anticanceroso tienen problemas con la comida a causa de diversas complicaciones que la terapia puede ocasionar: cambios en la percepción del sabor, náuseas y vómitos, llagas en la boca, etc.; todo ello hace difícil o desagradable para el paciente aquello que debiera ser un placer importante: la comida.




De hecho, la dieta constituye una parte importante de la terapia porque comer adecuadamente antes, durante y después de los tratamientos ayuda a sentirse más fuerte, a tolerar mejor el proceso y a mejorar, por tanto, tu percepción de la vida.

Con frecuencia, los pacientes de cáncer tienen dificultad para alimentarse adecuadamente, hasta el punto que la desnutrición es una causa frecuente de problemas en estos pacientes. Ésta se presenta cuando no se ingiere la cantidad de alimentos que el organismo necesita para realizar sus funciones normales. Como consecuencia, se genera un desgaste físico progresivo con debilidad, agotamiento, disminución en la resistencia a las infecciones y dificultades para tolerar el tratamiento contra el cáncer.




Es muy importante comer bien mientras se recibe tratamiento oncológico. Ello significa escoger una dieta equilibrada que contenga todos los nutrientes que el cuerpo necesita; también significa que la dieta sea rica en calorías para mantener su peso en el nivel adecuado y con las reservas de proteínas lo suficientemente altas como para rehacer los tejidos sanos que el tratamiento daña. En el pasado, muchos médicos e investigadores creían que durante el tratamiento anticanceroso debía restringirse mucho el aporte proteico y calórico para tratar con eficacia el cáncer. Hoy sabemos que esta teoría, basada en la creencia de que la enfermedad progresaba más rápidamente si el paciente recibía un aporte importante de calorías, es errónea.

Las recomendaciones dietéticas para los pacientes en tratamiento pueden ser diferentes de las recomendaciones para la población sana; esta situación confunde a muchos pacientes cuando las nuevas sugerencias son contrarias a lo que siempre han oído. Los consejos habituales incluyen comer mucha fruta, verduras y cereales, con una moderada ingestión de carne y productos grasos y derivados de la leche. Sin embargo, para los pacientes que están en tratamiento, las recomendaciones se centran en ayudarle a comer alimentos ricos en calorías y proteínas, tomar más leche, queso y huevos, así como usar más aceite, mantequilla y margarina. 




En algunos casos se recomendará no comer alimentos ricos en fibras porque pueden empeorar problemas como la diarrea o las úlceras en la boca. Las diferencias se deben a que estos consejos están pensados para recuperar fuerza y energía. Por ejemplo, una recomendación para la población general es evitar la obesidad pero para los pacientes en tratamiento oncológico no se recomiendan dietas para adelgazar.

Iremos ampliando la información en los próximos posts, y abordaremos temas tan importantes como:

- Las náuseas y los vómitos.
- El uso de suplementos y vitaminas.
- La falta de apetito (anorexia).

Y todos aquellos que son relevantes para mejorar la calidad de vida de los pacientes en esta etapa.



Dr.Francisco Navarro Viana
Médico Cirujano Plástico
Miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica-SEOM

1 de septiembre de 2012

Maquillajes aconsejados y Micropigmentación


Entre las posibilidades estéticas que tenemos a nuestro alcance para mejorar nuestro aspecto físico durante el tratamiento están:

MAQUILLAJE PERMANENTE, MICROPIGMENTACIÓN
 Y MICROPIGMENTACIÓN RECONSTRUCTIVA

Debemos de distinguir bien entre cada una de ellas: 

EL MAQUILLAJE

El maquillaje es una buena opción para momentos  en que los tratamientos oncológicos llegan a desdibujar nuestra expresión, como puede suceder si se produce la pérdida de las cejas y pestañas. También el tono de la piel suele volverse más blanco o amarillento. 




Por eso aconsejamos utilizar maquillajes especiales, a poder ser con factor de protección alto y que en su composición, estén libres de grasas, así como elaborados con pigmentos minerales, y seguir unas directrices de maquillaje para poder resaltar tanto las cejas como los ojos. Para ello se disponen de plantillas especiales y productos adecuados para ello


EL MAQUILLAJE PERMANENTE

También llamado micropigmentación, podemos aplicarlo solo antes del tratamiento de quimioterapia, y es una buena opción para redibujar nuestras cejas y pestañas, de esa forma, cuando se produce la caída tendremos la forma original, y eso nos ayudara en vernos mejor en nuestra imagen. Este tratamiento solo se puede realizar unos 30 días antes de comenzar con la quimioterapia, ya que se produce una micro herida que debe de cicatrizar.





MICROPIGMENTACION RECONSTRUCTIVA

Ésta es una opción dentro de los tratamientos estéticos oncológicos, como por ejemplo: para la reconstrucción de las areolas mamarias, en la mastectomía (amputación de la mama afectada) para disimular cicatrices, o pequeñas alopecias producidas por radioterapia, entre otras.

Con este tratamiento, conseguimos recuperar zonas que pueden haber sido extirpadas y darles un aspecto totalmente natural como en el caso de las  areolas mamarias.





Es muy importante que este tratamiento lo realice un experto, exigiendo así una prueba de alergia como el que todos los pigmentos que se utilicen (generalmente minerales) estén registrados por el Ministerio de Sanidad.


Como conclusión, tratándose de un momento delicado de nuestra salud, aconsejamos no tomar iniciativas sin consultar a un centro especializado.



Dr.Francisco Navarro Viana
Médico Cirujano Plástico
Miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica-SEOM